Extraños en la noche de Iemanjá – Capítulo 7 (fragmento)
“…¿Por qué no Bijou y Willy? Seguramente Bijou gozaba de libertades que otras mujeres no tenían. Ella manejaba su auto, tenía dinero y además todavía era una mujer joven. Pero cualquiera que hablara con Bijou se daría cuenta que la vida la había dejado desde hacía tiempo como una marea baja, abandonándola en la playa. El mar se había retirado y en la arena estaba Bijou junto al grotesco muestrario de los retazos de cosas que dejaba. Ludwig escuchó el grito de los pelícanos, aturdían. Ludwig veía a Bijou y a la adivina mirar las cartas, concentradas. Pensaba en que él también podría hacerse tirar las cartas y que por fin podría ver su vida como en un film donde los vencedores recogieran imágenes de la victoria y del campo de batalla. No había sido necesario un director de escena, el montaje, la elección de los actores, todo había sido hecho en su vida. Salió como salió, se dijo.¿Qué importancia tenía ahora? Mientras durara la investigación del caso Willy Agastizábal, el escenario del campo de batalla no era más tétrico que el de un viejo estudio de Hollywood, construido en cartón y madera. Tomar una decisión de vida. La frase lo había dejado paralizado cuando la escuchó por primera vez. La habia pronunciado su ex-mujer, pero esa era otra historia. La vida se había partido en dos y él había tenido coraje para sublevarse y seguir. ..
(c) Araceli Otamendi - Todos los derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente esta nota