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miércoles, 12 de enero de 2011

Extraños en la noche Iemanjá - San Pablo (fragmento)


Extraños en la noche de Iemanjá - San Pablo - (fragmento)

…El avión sobrevoló la ciudad de San Pablo. Le parecía gigantesca, enorme, se veían los edificios, algunas casas agrupadas como en cuadros, con verdes alrededor…. La voz del piloto había anunciado que tendrían que aterrizar en el aeropuerto de Guarulhos. Había cambiado el rumbo. Nadie sabría, ni siquiera el detective, que ella no estaba en Bahía. Una ciudad gigantesca era un buen escondite. ¿Hasta cuándo Mario Bruno no la buscaría? A ningún hombre le gusta que lo dejen así, plantado, en medio de la noche, que una mujer se escape sin decir palabra, …iría a un hotel.  Luego vería si era mejor quedarse ahí o ir a otra parte. No tenía mucho tiempo. El embarazo iba a empezar a notarse dentro de poco. Su proyecto era tener ese hijo. ¿Y mientras?...Buscaba en la cartera. La agenda, seguramente tendría el número de teléfono anotado. Tendría que llamar por teléfono, lo haría desde el hotel. ¿Cuánto le debía ahora al detective? ¿Cuánto le debía a Mario Bruno? ¿Iba a pasar su vida agradeciendo? Después de todo ella era una artista, y los artistas agradecen al público, a quienes los van a ver, a quienes pagan la entrada por ver un espectáculo. Pero esto era distinto. A Ludwig le debía haberla sacado del automóvil cuando volcó, haberle prestado auxilio, haber llamado a la ambulancia. Además la había acompañado al aeropuerto, no tenía necesidad de hacer algo así. A Mario Bruno también le debía mucho, ¿pero esa deuda no se terminaba nunca de pagar?
Había que darse una tregua, para no pensar, para que los días transcurrieran con nuevos proyectos. Y el proyecto más importante ahora era esperar a que su hijo naciera. Después vería…

El viaje era largo, el camino al hotel se hacía interminable, por las autopistas iban demasiados autos… Tenía que pensar rápidamente cuál sería su nuevo destino, lejos, bien lejos de Mario Bruno, de Marta, de todo lo que le recordara a Willy…

Willy ¿Por qué su vida se había cruzado con la de Willy?¿por qué su vida se había cruzado con la de todos ellos? No quería saber nada más de Mario Bruno, ni de Marta, ni siquiera de Willy, que estaría muerto…

¿Lo estaría realmente? ¿Por qué todo se había transformado en una investigación? ¿Por qué ella había tenido que abandonar a Mario Bruno?¿Por qué las cosas se habían tornado tan espantosamente embrolladas?
Eso y muchas cosas más se preguntaba ahora, acostada en la cama, en la habitación del hotel  mientras la pantalla del televisor emitía imágenes. Había bajado el sonido e intentaba dormir…

(c) Araceli Otamendi - Todos los derechos reservados

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